La Profecía de Juan y la Esperanza de la Segunda Venida
En el Evangelio de Juan, capítulo 21, versículos 21-23, encontramos un pasaje intrigante que ha generado debates y especulaciones a lo largo de la historia. En este pasaje, Pedro, el apóstol, pregunta a Jesús sobre el destino de Juan, el "discípulo amado". La respuesta de Jesús, aunque aparentemente simple, encierra una profunda enseñanza que nos invita a reflexionar sobre el propósito de la vida y la esperanza de la Segunda Venida.
La Pregunta de Pedro
Pedro, el líder de los apóstoles, siempre ha sido un personaje apasionado y con una fuerte personalidad. En este momento, se acerca a Jesús con una pregunta que lo llena de curiosidad:
"Señor, ¿y éste, qué?" (Juan 21:21)
Pedro se refiere a Juan, el discípulo que estaba junto a Jesús en la Última Cena y a quien Jesús amaba profundamente. La pregunta de Pedro revela su preocupación por el destino de Juan y, posiblemente, un deseo de saber si él también tendría un papel importante en el futuro.
La Respuesta de Jesús
Jesús, en su sabiduría infinita, responde a Pedro con una frase que parece evadir la pregunta:
"Si yo quiero que él se quede hasta que yo venga, ¿a ti, qué?" (Juan 21:22)
Esta respuesta enigmática puede interpretarse de diferentes maneras. Algunos creen que Jesús está sugiriendo que Juan viviría hasta la Segunda Venida, mientras que otros interpretan que está hablando de la importancia de enfocarse en el presente y no en el futuro.
El Significado de la Respuesta
Es importante entender que Jesús no dice explícitamente que Juan no moriría. Su respuesta se centra en la soberanía divina y en la importancia de vivir en el presente, en lugar de preocuparse por el futuro. Jesús les recuerda a sus discípulos que su enfoque debe estar en la voluntad de Dios, y no en sus propios deseos o expectativas.
La pregunta de Pedro y la respuesta de Jesús nos enseñan que el presente es el momento adecuado para vivir con propósito y entrega a la voluntad de Dios. Debemos confiar en que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, y que su tiempo es perfecto. En lugar de preocuparnos por el futuro, debemos enfocarnos en seguir a Jesús y cumplir su misión en el mundo.
La Esperanza de la Segunda Venida
Aunque Jesús no promete que Juan viviría hasta la Segunda Venida, su respuesta nos recuerda la esperanza que tenemos en la venida de Cristo. La Segunda Venida es un evento que transformador que traerá justicia, paz y la culminación del plan de Dios. Es una promesa que llena de esperanza a los creyentes y nos motiva a vivir con propósito y fe.
El Significado de la Segunda Venida
La Segunda Venida de Jesús es un evento fundamental en la fe cristiana. Es un evento que representa la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, y la instauración de un nuevo cielo y una nueva tierra. Es una promesa de redención, esperanza y una vida eterna en la presencia de Dios.
La Segunda Venida nos recuerda que nuestra vida tiene un propósito y un significado más allá de este mundo. Nos motiva a vivir con esperanza, a ser luz en el mundo y a prepararnos para el día en que Jesús regrese.
El pasaje de Juan 21:21-23 nos enseña que el propósito de nuestra vida no es solo vivir una vida larga y llena de éxitos, sino vivir con propósito, entrega y fe. Debemos vivir con la seguridad de que Dios está en control, y que su tiempo es perfecto. La esperanza de la Segunda Venida nos llena de energía y nos motiva a perseverar en la fe, a pesar de las dificultades que encontremos en el camino.
Preguntas frecuentes sobre Juan 21:21-23
¿Qué dijo Jesús sobre la muerte de Juan?
Jesús no dijo que Juan no moriría.
¿Qué dijo Jesús sobre Juan?
Jesús dijo: "Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti, qué?"
¿Por qué se propagó el dicho de que Juan no moriría?
Los hermanos interpretaron las palabras de Jesús como una promesa de que Juan no moriría.
¿Cuál es la verdadera interpretación de las palabras de Jesús?
Jesús no hizo una promesa sobre la muerte de Juan. En cambio, estaba enfatizando que su venida era incierta, y que no era asunto de Juan cuándo o si moriría.
¿Qué aprendemos de este pasaje?
Aprendemos que no debemos sacar conclusiones apresuradas basadas en las palabras de otros. Debemos buscar la interpretación correcta de las palabras de Dios, y no depender de rumores o interpretaciones erróneas.