Juan 11:28: Un encuentro con la esperanza en medio del dolor
En el corazón del relato de la resurrección de Lázaro, en el Evangelio de Juan, se encuentra una frase que resuena con una profunda verdad: "Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá." (Juan 11:25). Esta declaración, seguida de la memorable frase "Tú crees eso?" (Juan 11:26) dirigida a Marta, la hermana de Lázaro, nos invita a reflexionar sobre la fe, la esperanza y el poder transformador de la presencia de Dios en nuestras vidas.
Un encuentro con la fe y el dolor
La historia de Lázaro comienza con una profunda tristeza. La muerte de un ser querido, como lo fue Lázaro para sus hermanas Marta y María, es una experiencia que deja un vacío inmenso en el alma. Es un momento donde las preguntas, la angustia y el dolor se apoderan del corazón. Sin embargo, en medio de su dolor, Marta, llena de fe, confía en la presencia de Jesús.
"Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto." (Juan 11:21). En esta frase, Marta revela su profunda creencia en el poder de Jesús para sanar, para transformar la muerte en vida. Su fe se ve confrontada por la realidad del dolor, pero no se apaga.
La esperanza en la resurrección
Jesús, con compasión y amor, no solo trae consuelo a Marta, sino que también le ofrece una esperanza inquebrantable: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá." (Juan 11:25). Estas palabras, pronunciadas con la firmeza de quien conoce el poder de la vida eterna, no son solo consuelo, sino también una declaración de la esencia misma de Dios.
Jesús se presenta como la fuente de la vida, la resurrección, no solo en un sentido literal, sino también en un sentido espiritual. Creer en Él significa confiar en su poder para vencer la muerte, no solo la física, sino también la espiritual. Significa tener la esperanza de que, a pesar del dolor y la oscuridad, la vida puede renacer, puede transformarse.
La respuesta de la fe: "¿Tú crees eso?"
La pregunta de Jesús "¿Tú crees eso?" (Juan 11:26) no busca una respuesta literal, sino una respuesta del corazón. Es una invitación a reflexionar sobre la profundidad de nuestra fe. Es un llamado a confrontar la duda y la incredulidad que a veces se esconden en nuestras propias creencias.
Creer en Jesús, en su poder, en su promesa de vida eterna, no es una cuestión de lógica o de razonamiento. Es una decisión del corazón, un acto de fe que se alimenta de la esperanza. Es la confianza en que, incluso en medio del dolor, Dios está presente, obrando y guiándonos hacia la vida eterna.
Un llamado a la confianza
La historia de Lázaro nos ofrece un mensaje de profunda esperanza. En medio del dolor, Jesús está presente y su presencia transforma el dolor en esperanza. La resurrección de Lázaro, más allá de ser un milagro, es un símbolo de la victoria de la vida sobre la muerte, de la esperanza sobre la desesperación.
"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá." (Juan 11:25). Este versículo nos recuerda que la fe en Jesús nos llena de esperanza y que, a través de Él, podemos encontrar consuelo y fortaleza en medio de las dificultades.
Un encuentro con la vida eterna
La pregunta de Jesús a Marta, "¿Tú crees eso?", nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe. Creer en Jesús no es solo una creencia intelectual, sino una decisión de corazón que nos conduce a la vida eterna. En la resurrección de Lázaro, vemos la promesa de Dios de vida eterna, no solo en el más allá, sino también aquí y ahora.
La vida eterna no es solo una promesa para el futuro, sino una realidad que podemos experimentar en el presente. Es la vida en Cristo, la vida llena de su amor, su gracia y su poder. Es la vida que nos ofrece la esperanza de una vida plena, una vida que no se apaga con la muerte.
"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá." (Juan 11:25). Este versículo nos recuerda que la fe en Jesús nos da la esperanza de una vida eterna, no solo en el futuro, sino también en el presente. Es una vida llena de amor, gracia y poder.
Preguntas frecuentes sobre Juan 11:28
¿Qué significa este versículo?
En resumen, el versículo 28 de Juan 11 nos invita a buscar el encuentro con Dios, a tener fe y esperanza en su poder divino y a vivir cada día en la confianza de que su enseñanza nos guía hacia la vida eterna. Recordemos siempre que ante el dolor y la oscuridad, Jesús está aquí y nos llama a encontrarlo.