¿Qué Dice la Biblia sobre el Consumo de Alcohol?

La perspectiva bíblica sobre el alcohol es un tema que a menudo provoca debate y reflexión en la comunidad cristiana. La experiencia personal puede influir significativamente en nuestra comprensión y enfoque sobre este asunto, como se refleja en el testimonio de alguien que superó el alcoholismo y encontró salvación y sobriedad a través de su fe.
Consumo Moderado de Alcohol según la Biblia
No es pecado beber alcohol: La Biblia no condena el consumo de alcohol en sí mismo. Jesús mismo participó de vino en la boda de Caná y durante la Última Cena. Los líderes religiosos incluso lo acusaron de ser un borracho y un glotón, lo cual obviamente era falso, pero indica que Jesús no era ajeno al consumo de vino (Lucas 7:34).
El alcohol como bendición: El salmista menciona que Dios da "vino que alegra el corazón del hombre" (Salmo 104:15). Por tanto, el consumo moderado de alcohol se presenta en la Escritura no solo como algo permisible, sino como una de las bendiciones terrenales que Dios concede.
Uso medicinal del alcohol: En tiempos bíblicos, y aún hoy, el alcohol se ha utilizado con fines medicinales, como se aconseja en Proverbios 31:6 y 1 Timoteo 5:23.
La Ebriedad como Pecado
Peligros de la ebriedad: La Biblia advierte claramente contra la ebriedad y sus efectos destructivos. Efesios 5:18 nos exhorta a no embriagarnos con vino, sino a ser llenos del Espíritu. La ebriedad se asocia con la pérdida de control y la deshonra a Dios y a uno mismo.
El liderazgo en la iglesia y la sobriedad: Se espera que los líderes de la iglesia sean sobrios y no dados a la ebriedad, como se establece en 1 Timoteo 3:2-3 y 8.
Consecuencias espirituales de la ebriedad: La Biblia clasifica a los ebrios entre aquellos que no heredarán el reino de Dios, al igual que los inmorales sexuales y los idólatras (1 Corintios 6:9-10).
Motivaciones para Beber
Beber para la gloria de Dios: Como en todas las áreas de la vida, el consumo de alcohol debe hacerse para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). Si la bebida se disfruta con agradecimiento y en comunión con otros, puede ser una bendición. Sin embargo, si se busca la embriaguez o la escapatoria de las dificultades, se convierte en pecado.
Respeto por las convicciones ajenas: Los cristianos deben considerar las convicciones y las luchas de otros al ejercer su libertad en Cristo, evitando causar tropiezo a los demás (1 Corintios 8:8-13).
En resumen, la Biblia no prohíbe el consumo de alcohol en sí mismo, pero advierte seriamente contra la ebriedad y promueve la moderación y la sobriedad. La actitud y el comportamiento de un cristiano respecto al alcohol deben ser guiados por principios bíblicos y una conciencia clara, buscando siempre la gloria de Dios y el bienestar de los demás.