Mateo 28: Un Encuentro Transformador con el Resucitado
El capítulo 28 del Evangelio de Mateo narra uno de los eventos más trascendentales de la historia cristiana: la resurrección de Jesucristo. Este pasaje, lleno de esperanza y transformación, nos invita a reflexionar sobre el poder de la fe, la promesa de la vida eterna y la misión que Jesús encomienda a sus seguidores.
La Resurrección: Un Acontecimiento Inesperado
La escena comienza con un terremoto que sacude la tierra, símbolo del poder divino que se manifiesta. "Y he aquí, hubo un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo, y vino y removió la piedra, y se sentó sobre ella." (Mateo 28:2). El ángel, mensajero de Dios, anuncia la gran noticia: "¡No temáis vosotros; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado." (Mateo 28:5). El ángel continúa explicando que Jesús ha resucitado, tal como había profetizado.
Este relato nos recuerda que la muerte no es el final, sino una puerta hacia una nueva vida. La resurrección de Jesús es la prueba irrefutable de que la victoria sobre la muerte es posible. Su resurrección nos da la esperanza de que también nosotros, por medio de la fe en él, podemos tener una vida eterna.
Un Encargo Divino: Id y Predicad
Tras la aparición del ángel, el mismo Jesús se presenta a las mujeres que habían ido a la tumba. "Y Jesús les dijo: ¡No temáis! Id, dad las nuevas a mis hermanos, que vayan a Galilea, y allí me verán." (Mateo 28:10). Con estas palabras, Jesús les encomienda una misión crucial: anunciar la buena nueva de su resurrección al mundo.
Este encargo es una invitación a todos los cristianos a seguir su ejemplo, a compartir la fe y la esperanza que él nos ha dado. Dios nos llama a ser sus embajadores, a llevar la luz de Cristo a un mundo que necesita desesperadamente su amor.
Un Mensaje de Esperanza en la Misión Cristiana
La resurrección de Jesús no es un evento pasado, sino una realidad presente que nos llena de esperanza y nos impulsa a vivir una vida con propósito. "Y he aquí, Jesús les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra." (Mateo 28:18). Estas palabras nos recuerdan que Jesús tiene todo el poder para ayudarnos en nuestra misión.
La misión cristiana no es un camino fácil, pero es un camino lleno de significado. Es un camino que nos llena de propósito y nos da la oportunidad de marcar una diferencia en el mundo.
Un Llamado a la Acción: La Gran Comisión
Jesús, en su última aparición en Mateo 28, nos encarga una tarea fundamental: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:19-20).
Estas palabras, conocidas como la "Gran Comisión", son un llamado a la acción para todos los cristianos. Nos desafían a compartir la fe, a enseñar la verdad de Dios y a hacer discípulos, es decir, a ayudar a otros a seguir a Jesús.
Cinco Elementos Claves de la Gran Comisión:
- Id: La misión es activa, no pasiva. Debemos salir al mundo y compartir la fe.
- Haced discípulos: No solo debemos compartir la fe, sino que debemos ayudar a otros a seguir a Jesús.
- Bautizándolos: El bautismo es un símbolo de nuestra nueva vida en Cristo.
- Enseñándoles: Debemos enseñar a los nuevos creyentes a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
- He aquí yo estoy con vosotros: Jesús nos asegura su presencia y su apoyo en nuestra misión.
La Gran Comisión nos recuerda que nuestra fe no debe ser una experiencia privada, sino que debe compartirse con el mundo. Es un llamado a vivir una vida llena de propósito, dedicada a glorificar a Dios y a servir a los demás.
Preguntas frecuentes sobre Mateo 28 (Reina Valera)
¿Qué sucedió después de que Jesús resucitara?
Un ángel descendió del cielo, hizo rodar la piedra de la tumba y dijo a las mujeres que Jesús había resucitado.
¿A quién se les apareció Jesús después de su resurrección?
Jesús se apareció primero a María Magdalena y luego a los otros discípulos.
¿Qué mandato dio Jesús a sus discípulos?
Jesús les mandó ir a hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¿Qué promesa hizo Jesús a sus discípulos?
Jesús les dijo que él estaría con ellos hasta el fin del mundo.
¿Qué significa la Gran Comisión?
La Gran Comisión es el mandato de Jesús a sus discípulos para que hagan discípulos de todas las naciones.