La Ley del Levirato: Un Dilema Ético en Marcos 12:19
Un Enfoque Legalista: La Ley de Moisés
En el corazón del relato evangélico de Marcos, encontramos una pregunta que desafía nuestra comprensión de la ley y la ética. En Marcos 12:19, los fariseos, expertos en la Ley de Moisés, confrontan a Jesús con un dilema legal: "Maestro, Moisés nos dejó escrito: 'Si el hermano de alguien muere y deja mujer y no deja hijo, que su hermano tome la mujer y levante descendencia a su hermano.'" Esta ley, conocida como el levirato, buscaba proteger la herencia familiar y asegurar la continuidad del linaje.
El levirato, descrito en Deuteronomio 25:5-10, establecía que si un hombre moría sin dejar hijos, su hermano tenía la responsabilidad de casarse con su viuda y engendrar un hijo en su nombre. Este hijo sería considerado legalmente como el hijo del hermano fallecido, heredando sus bienes y perpetuando su linaje. La ley tenía un sentido práctico, especialmente en una sociedad patriarcal donde la tierra y la riqueza se transmitían a través de los hijos.
El Dilema del Levirato: ¿Un Deber o una Opresión?
Aunque la intención del Levirato era preservar la herencia familiar, la práctica podía generar tensiones y conflictos. La viuda podía verse forzada a casarse con un hombre al que no amaba, y el hermano podía sentirse obligado a asumir una responsabilidad que no deseaba. La ley podía ser interpretada como una imposición, especialmente considerando la perspectiva de la mujer, quien quedaba privada de la libertad de elegir su propia vida.
La pregunta de los fariseos a Jesús no era simplemente una consulta legal, sino una trampa. Ellos buscaban poner a Jesús en un aprieto, obligándolo a elegir entre la ley de Moisés y la compasión humana. ¿Se posicionaría Jesús a favor de la tradición legalista o buscaría una solución más humanitaria?
La Respuesta de Jesús: Más Que Ley, Más Que Sentimiento
Ante la pregunta de los fariseos, Jesús no se limita a dar una respuesta legalista. Él se enfoca en el corazón de la ley: "Pero Moisés, por la dureza de vuestros corazones, os escribió este mandamiento." Con estas palabras, Jesús desafía la rigidez de la interpretación legalista que los fariseos estaban proponiendo. El levirato, según él, era una ley que se había adaptado a la dureza del corazón humano, pero no necesariamente reflejaba la voluntad de Dios.
Jesús, en cambio, apela a la esencia de la ley: "Desde el principio de la creación, varón y mujer los hizo Dios." Para Jesús, la ley debe estar en armonía con la voluntad divina, la cual se basa en la creación y la relación original entre hombre y mujer.
El Levirato: Una Sombra del Reino
En el contexto del Reino de Dios, la ley del levirato se desvanece. Jesús nos ofrece una visión de la vida donde la relación entre hombre y mujer se basa en el amor y la libertad, no en la obligación legal. El Reino de Dios es un lugar donde la justicia y la misericordia se entrelazan, y donde el corazón del hombre se transforma para reflejar la voluntad de Dios.
El levirato nos recuerda que la ley, por sí sola, no puede resolver los conflictos del corazón humano. La ley puede servir como un marco, pero es el amor y la compasión los que dan vida a la ley y la convierten en una herramienta para la transformación personal y social.
Preguntas frecuentes sobre los marcos 12-19
¿Qué dice Moisés sobre lo que debe hacer un hermano si su hermano muere dejando una esposa sin hijos?
Moisés escribió que el hermano debe tomar a la esposa de su hermano y levantar descendencia para él.