Las 7 palabras de Jesús en la cruz en arameo: Un poderoso mensaje de fe y redención

La tradición cristiana ha preservado las últimas siete frases que Jesús pronunció desde la cruz, conocidas como "Las Siete Palabras". Estas expresiones, recogidas a partir de los relatos de los cuatro evangelios, encapsulan profundas verdades teológicas y humanas. Aunque el Nuevo Testamento fue escrito en griego, Jesús habló principalmente en arameo, lo que añade una capa adicional de significado a sus últimas palabras.
¿Qué es el arameo?
Antes de adentrarnos en las palabras de Jesús, es fundamental entender qué es el arameo. El arameo es una lengua antigua, que en tiempos de Jesús era ampliamente hablada en la región de Judea. Jesús, como buen judío, hablaba este idioma y se cree que ofreció estas palabras en arameo.
Las 7 palabras de Jesús en la cruz en arameo
- אבא הון דלא ידעין מה עבדין סלח להון (Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen)
- אמן אמר לך היום תהוון עמי בפרדיס (En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso)
- איתתא הא אינון ברך... הא אימך (Mujer, he ahí tu hijo... He ahí tu madre)
- אלהי אלהי למא שבקתני (Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?)
- צמא אנא (Tengo sed)
- שלם הוא (Todo está consumado)
- אבא בידך אפקיד רוחי (Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu)
Las últimas palabras de Jesús en la cruz

1. "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34).
En arameo: אבא הון דלא ידעין מה עבדין סלח להון
Análisis: Jesús pide perdón por sus ejecutores, mostrando una profundidad de compasión y gracia divina. Este pedido enfatiza la enseñanza de Jesús sobre el amor a los enemigos y el perdón incondicional, principios fundamentales del cristianismo.
2. "En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23:43).
En arameo: אמן אמר לך היום תהוון עמי בפרדיס
Análisis: Esta promesa al ladrón arrepentido al lado de Jesús revela la misericordia y la redención disponibles hasta en los últimos momentos de la vida. Destaca la creencia en la vida después de la muerte y el poder salvífico de la fe genuina.
3. "Mujer, he ahí tu hijo… He ahí tu madre" (Juan 19:26-27).
En arameo: איתתא הא אינון ברך… הא אימך
Análisis: Al cuidar de su madre, María, incluso en la agonía, Jesús muestra su humanidad y preocupación por las obligaciones familiares. También simboliza la formación de una nueva comunidad de creyentes, representada por Juan, quien toma a María como su propia madre.
4. "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mateo 27:46, Marcos 15:34).
En arameo: אלהי אלהי למא שבקתני
Análisis: Esta expresión de angustia refleja el Salmo 22 y muestra la profundidad del sufrimiento de Jesús. Simboliza el sentido de abandono que puede sentir cualquier persona en su momento más oscuro, y aún así, sigue siendo una invocación de una relación íntima con Dios.
5. "Tengo sed" (Juan 19:28).
En arameo: צמא אנא
Análisis: Esta declaración humana de necesidad física resalta la verdadera humanidad de Jesús, conectando con todos quienes han experimentado sufrimiento y necesidad.
6. "Todo está consumado" (Juan 19:30).
En arameo: שלם הוא
Análisis: Estas palabras indican que la misión de Jesús de traer salvación al mundo ha sido cumplida. Es una declaración de victoria sobre el pecado y la muerte, en el contexto de cumplimiento de las Escrituras.
7. "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lucas 23:46).
En arameo: אבא בידך אפקיד רוחי
Análisis: Jesús entrega su vida en las manos de Dios, mostrando una total confianza y rendición a la voluntad divina. Esta frase, que también proviene de los Salmos, señala la devoción y la fe profundas que caracterizan la vida de Jesús.
Cada una de estas "palabras" encapsula un aspecto de la enseñanza y el ministerio de Jesús, ofreciendo lecciones sobre el perdón, la redención, el cumplimiento de las obligaciones, la vulnerabilidad humana, la victoria sobre el sufrimiento y la entrega confiada a Dios. En conjunto, estas
expresiones desde la cruz no solo narran el fin terrenal de Jesús sino que también refuerzan su mensaje eterno de esperanza y salvación.
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