Dios Pone el Querer como el Hacer: Entendiendo Filipenses 2:13
Dios Obra en Nosotros
El apóstol Pablo escribe en Filipenses 2:13: "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad". Este versículo expresa la verdad crucial de que Dios desempeña un papel activo en nuestras vidas, inspirando nuestros deseos y capacitándonos para hacer su voluntad.
Dios obra en nosotros para crear en nosotros un anhelo por la justicia, la santidad y el amor. Él despierta en nuestros corazones el deseo de seguir sus caminos y hacer su voluntad. No somos meros receptores pasivos de sus mandamientos, sino que él nos atrae hacia sí con su gracia y amor.
Dios Obra para Nosotros
Además de inspirar nuestros deseos, Dios también nos capacita para actuar sobre ellos. Él nos proporciona la fuerza, la guía y la sabiduría para llevar a cabo sus propósitos en nuestras vidas. No estamos solos en esta jornada; Dios está con nosotros, ayudándonos a superar los obstáculos y alcanzar nuestro potencial en Él.
Dios trabaja para ayudarnos a completar lo que ha comenzado en nosotros. Él nos equipa con las herramientas y los recursos que necesitamos para crecer en santidad, madurez y propósito. Su objetivo es nuestra felicidad y satisfacción en Él.
Cooperación con Dios
El proceso de transformación que Dios obra en nosotros no es pasivo. Debemos cooperar con su gracia, respondiendo a sus impulsos y actuando en consecuencia. Esto implica:
- Recepción: Estar abiertos a la dirección de Dios y escuchar su voz.
- Esfuerzo: Esforzarnos por seguir sus caminos y obedecer sus mandamientos.
- Dependencia: Reconocer que no podemos lograr la santidad o la obediencia por nuestros propios medios, sino que dependemos completamente de Dios.
El Resultado: Una Vida Agradable a Dios
El resultado de la obra de Dios en nosotros es una vida que le agrada. Refleja su voluntad y propósito, guiada por su Espíritu Santo. Esta vida no es algo que podamos alcanzar por nosotros mismos, sino que es un don del Espíritu Santo que obra en nosotros.
Filipenses 2:13 nos enseña que:
- Dios es el agente activo que nos empodera para hacer el bien.
- Debemos cooperar con la gracia de Dios respondiendo a sus impulsos.
- El resultado es una vida que agrada a Dios, guiada por su voluntad y propósito.
Al entender y aplicar esta verdad en nuestras vidas, podemos experimentar la plenitud de la transformación de Dios y vivir vidas que traen gloria a su nombre.
Consejos y datos clave de Filipenses 2:13:
- Dios inspira nuestros deseos y acciones hacia el bien (voluntad).
- Dios nos da el poder para llevar a cabo nuestras buenas intenciones (hacer).
- Debemos cooperar con la gracia de Dios respondiendo a sus impulsos.
- El resultado es una vida agradable a Dios, guiada por su voluntad y propósito.
- Dios es el agente activo que nos empodera para hacer el bien.
- Dios trabaja en nosotros para fortalecer y empoderarnos.
- El poder de Dios se manifiesta a través de la fe y la obediencia.
- Dios nos da su poder gratuitamente por su gracia.
- Los creyentes pueden hacer todas las cosas a través de Cristo.
- Dios desea que los creyentes sean audaces y llenos de fe.
- Dios está con los creyentes en todo momento.
- Reconocemos que dependemos completamente de la gracia y el poder de Dios.
- Debemos ser receptivos a la dirección de Dios y esforzarnos por seguir sus caminos.
- Podemos confiar en que Dios completará la obra que ha comenzado en nosotros.
- Dios es el autor tanto de nuestros deseos piadosos como de nuestra capacidad para actuar en consecuencia.
- Vivimos vidas alineadas con los propósitos de Dios y reflejamos su carácter transformador.
FAQ sobre “Dios pone el querer como el hacer”
¿Qué significa "Dios obra en nosotros para querer y hacer"?
Dios no solo despierta en nosotros el deseo de hacer lo bueno, sino que también nos capacita para llevarlo a cabo.
¿Cómo cooperamos con Dios en este proceso?
Debemos ser receptivos a Su dirección y esforzarnos por seguir Sus caminos.
¿Por qué es importante depender de Dios?
Reconocemos que no podemos cumplir Su voluntad por nuestra propia fuerza y dependemos completamente de Su gracia y poder.
¿Podemos confiar en que Dios completará la obra que ha comenzado en nosotros?
Sí, Dios nos equipará y capacitará para vivir vidas agradables a Él y que nos traigan propósito y satisfacción.
¿Qué debemos hacer para experimentar plenamente el poder de Dios?
Debemos buscar la llenura del Espíritu Santo.