Dejad a los niños venir a mí: Un llamado a la humildad y la fe
En el corazón del Evangelio de Mateo, encontramos una de las enseñanzas más conmovedoras y profundas de Jesús: "Dejad a los niños venir a mí, y no se los impidáis, porque de los tales es el reino de los cielos" (Mateo 19:14). Esta frase, pronunciada por el mismo Jesucristo, no es solo una invitación a los niños, sino un llamado a la reflexión para todos nosotros, especialmente para aquellos que se creen grandes y poderosos.
Un llamado a la humildad
Jesús, en su sabiduría y amor, nos muestra la importancia de la humildad. Los niños, con su inocencia, su confianza y su capacidad de asombro, representan un camino hacia el reino de los cielos. Este camino, muchas veces, se nos escapa a los adultos. Nos dejamos llevar por nuestras preocupaciones, nuestras ambiciones y nuestras ideas preconcebidas. Jesús nos recuerda que para entrar en el reino de los cielos, debemos despojarnos de nuestro orgullo y acercarnos a Dios con la misma disposición que un niño.
Imaginemos a un niño que se acerca a un adulto con una pregunta. Su mirada es limpia, sus palabras sinceras. A veces, el adulto, sin darse cuenta, responde con desprecio o con una actitud condescendiente. Pero Jesús nos invita a recibir a los niños con amor y respeto, como si ellos fueran los que portaran la sabiduría divina.
El reino de los cielos es de los niños
La frase "de los tales es el reino de los cielos" no solo se refiere a los niños, sino a aquellos que comparten las cualidades de la infancia: la humildad, la fe, la confianza y la apertura a lo nuevo. Jesús, con su ejemplo, nos muestra que el camino hacia Dios está abierto a todos, sin importar la edad o la condición social. No debemos dejar que nuestras propias limitaciones nos impidan acceder a la gracia divina.
¿Qué significa esto para nosotros?
Esta enseñanza nos invita a reflexionar sobre nuestra propia vida y a preguntarnos:
- ¿Estamos dispuestos a dejar que Dios nos guíe como niños?
- ¿Somos capaces de recibir con humildad las enseñanzas de Dios?
- ¿Nos acercamos a Dios con la misma confianza que un niño se acerca a su padre?
Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa, estamos en el camino correcto. Pero si encontramos resistencia o dudas, debemos volver a la enseñanza de Jesús y pedirle su ayuda para abrazar la humildad y la fe.
Un llamado a la acción
La frase "Dejad a los niños venir a mí" no solo es una enseñanza, sino un llamado a la acción. Debemos crear espacios para que los niños se acerquen a Dios y a su iglesia. Debemos ser receptivos a sus preguntas, a sus necesidades y a su inmensa capacidad de amar.
La iglesia está llamada a ser un lugar donde los niños se sientan acogidos, amados y respetados. Donde se puedan expresar con libertad, donde puedan crecer en la fe y donde puedan descubrir la bondad de Dios. Es un llamado a todos nosotros a ser como niños ante Dios, a dejar a un lado nuestras preocupaciones y a abrazar la simpleza y el amor.
Al final, la enseñanza de Jesús sobre los niños nos recuerda que el reino de los cielos está abierto a todos aquellos que se acercan con humildad, fe y confianza. Es un llamado a dejar a un lado nuestros prejuicios y a abrazar la inocencia y el amor que nos recuerda la verdadera naturaleza de Dios.
Preguntas Frecuentes sobre "Dejad a los niños venir a mí"
¿Qué significa "Dejad a los niños venir a mí"?
Esta frase, registrada en Mateo 19:14, es una enseñanza de Jesús donde enfatiza la importancia de la inocencia y la receptividad de los niños. Él les dice a sus discípulos que no deben impedir que los niños se acerquen a él, ya que el Reino de los Cielos pertenece a aquellos que son como ellos.
¿Cuál es el mensaje principal de esta cita?
El mensaje principal es que la fe y la conexión con Dios no se basan en la edad o el estatus, sino en una disposición humilde y receptiva. Los niños representan esta disposición, y Jesús nos invita a adoptar su inocencia y fe para acceder al Reino de los Cielos.
¿Qué significa que "de los tales es el reino de los cielos"?
Esto significa que el Reino de los Cielos pertenece a aquellos que son como los niños: humildes, receptivos, confiados y sin la carga de las preocupaciones del mundo.
¿Cómo puedo aplicar esta enseñanza en mi vida?
Puedes aplicar esta enseñanza manteniendo una actitud de humildad y receptividad hacia Dios, buscando su guía y sabiduría con la misma confianza que un niño busca la de sus padres.
¿Qué tipo de niños se menciona en esta cita?
La cita se refiere a todos los niños, sin importar su edad o condición. Es una enseñanza universal que nos invita a valorar la inocencia y la receptividad de todos los niños.