Carta a mi esposo que no me valora
Querido [Nombre del esposo],
Con un corazón lleno de amor y sinceridad, me dirijo a ti en esta carta. Lo hago movida por un profundo deseo de expresarte mis sentimientos, reflexiones y esperanzas para nuestro matrimonio, siempre buscando la guía de nuestro Señor en cada palabra que plasmo aquí.
Recientemente, he sentido un vacío y una tristeza en mi corazón, producto de lo que percibo como falta de valoración hacia mí y hacia el esfuerzo que juntos hemos puesto en construir nuestro hogar y nuestra vida en común. Sé que ambos somos imperfectos y que nuestras imperfecciones pueden llevarnos a no siempre tratar al otro como merece, pero creo firmemente que, como nos enseña la Palabra, estamos llamados a amarnos y respetarnos mutuamente, reflejando el amor incondicional que Cristo tiene por su iglesia (Efesios 5:25).
Recuerdo con cariño el día de nuestro matrimonio, ese sagrado compromiso que hicimos no solo el uno con el otro, sino también con Dios. Prometimos amarnos, respetarnos y apoyarnos en todo momento, tanto en los días soleados como en los nublados. Y es en este caminar, donde a veces los cielos parecen nublarse, que me siento llamada a buscar en Dios la fortaleza y la sabiduría para entender y superar nuestras pruebas.
Me duele profundamente sentir que el aprecio y reconocimiento mutuo se ha ido desvaneciendo con el tiempo. Anhelo que volvamos a mirarnos con los ojos del principio, reconociendo en el otro a un hijo amado de Dios, digno de todo respeto, amor y valoración. No es mi intención culparte, sino abrir mi corazón en búsqueda de una solución juntos, con la ayuda de Dios.
Te invito a que, juntos, busquemos en la oración y en la Palabra de Dios, la guía para fortalecer nuestro matrimonio. Que podamos aplicar aquellos principios de paciencia, perdón y amor incondicional que Jesús nos enseñó con su ejemplo. Que recordemos que "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta" (1 Corintios 13:4-7).
Mi oración es que nuestro amor se fortalezca y que, con la ayuda de Dios, podamos superar cualquier obstáculo. Que nuestro matrimonio sea un testimonio vivo del amor y la gracia de Dios, y que, a través de nuestras acciones y palabras, glorifiquemos a Aquel que nos unió.
Con todo mi amor y esperanza en Cristo,